jueves, 16 de junio de 2016

¡Cómo llegó “el ladrón” a la Silla de Pedro! Primera Parte

¡Cómo llegó “el ladrón” a la Silla de Pedro!
Primera Parte


Mensajes, Profecías e Investigación, 2 de Julio, 2005
(Serie de Documentos sobre la Situación Actual de la Iglesia)

La usurpación de la Silla de Pedro será consecuencia del plan masónico-comunista para que “el ladrón” llegue a ocupar el lugar del Sumo Pontífice.

  • El Caballo de Troya comunista en la Iglesia Católica.
La trama tiene antecedentes en el plan que impulsaron los comunistas Lenin y Stalin, el primero señaló:

                 “Hay que destruir a la Iglesia desde dentro. Hay
                      que penetrar a los Seminarios Católicos”.

Recordemos que mientras Lenin iniciaba en Rusia la revolución bolchevique que culminó con el triunfo del 7 de octubre, la Virgen María, como Reina y Madre de la Iglesia no nos dejaba solos ante el diabólico plan de Lenin contra la Iglesia, él iniciaba también la guerra del comunismo contra el Cristianismo, de la iglesia de Satán y Lucifer contra la Iglesia de Cristo y la Virgen María, pues este demonio humano iniciaba con más fuerza sus ataques y asechanzas contra la Mujer vestida de Sol. (Gén. 3,15- Ap.12, 1 ss.).

Así, simultáneamente ante las acciones y planes de Lenin, al mismo tiempo, tres pastorcitos recibían del Cielo para toda la humanidad un programa de remedio espiritual contrarrevolucionario, el del comunismo ateo que quiere avanzar para destruir al Cristianismo y someter a las Naciones de todo el mundo. Dos elementos eran dados por la Virgen, el poder de la oración; y si los católicos escuchasen y siguiesen las indicaciones de la Madre de la Iglesia: “Rezar el Santo Rosario y tener gran devoción y hacer su Consagración al Inmaculado Corazón de María”.


Lucía dos Santos (izq.), Francisco y Jacinta Marto (der.)


Algunos de los grandes golpes de Benedicto XVI contra la Iglesia.
A partir de entonces, su labor demoledora contra la Iglesia desde su interior y ya como papa, apoyada por la masonería y el Priorato de Praga, ha sido callada, estratégica y eficaz. 
El binomio infernal masónico-comunista inició el plan de penetración a la Iglesia de Cristo para destruirla desde dentro, sin dejar de atacarla por fuera, ha consistido en destruir sus principios doctrinales; destruir la fuerza de la Gracia y alterar la fuerza y grandeza de su Liturgia; alterar lo reservado al sacerdote para irlo desplazando y constituir un "sacerdocio masónico"; quitar los Sagrarios (Tabernáculos) del centro y de los altares principales o mayores de los Templos, pues es el lugar que le corresponde al Rey y Señor del Universo; tergiversar la verdad del Evangelio; alterar la Tradición y el verdadero Magisterio de la Iglesia creando un anti-magisterio; desacralizar el Culto Eucarístico -promover la comunión en la mano, la aparición de ministros extraordinarios de la Eucaristía, dudar de la Presencia Real de Cristo en la Hostia Consagrada en un principio y alterar las Palabras de la Consagración para que Cristo "no esté presente en la Hostia Consagrada"; dar la comunión de pie y en la mano para que los mismos fieles profanen el Cuerpo de Cristo, quitar los reclinatorios para que no hagan la debida genuflexión ante el Rey de reyes y Señor de señores; promover el sacerdocio femenino; impulsar las indebidas absoluciones generales; celebrar ritos ecuménicos y paganos con ritos judíos, budistas, hinduistas, del islam, etc. para extinguir la Santa Misa, sustituir la Misa Tridentina en latín de San Pío V-; desplazar la música sacra con órgano por música estridente y modernista de los Santuarios y Templos Católicos, especialmente aquellos donde se haya manifestado la Santísima Virgen María o Dios Nuestro Señor; destruir la Fe de los católico-cristianos quitando imágenes de Santos y principalmente de la Madre de Dios, la Virgen María, negarle a Ella los privilegios y la Veneración que se le debe siempre tener como Reina, Madre y Maestra de la Iglesia y de toda la humanidad, nuestra fiel intercesora; seguir el plan masónico para la demolición de la Iglesia, etc.

El plan masónico-comunista que abarca a los Seminarios, incluye su penetración diabólica con la “enseñanza de la Teología marxista de la Liberación”; el rompimiento con el rezo del Santo Rosario y toda práctica piadosa, la enseñanza de corrientes pseudo-filosóficas y de una “falsa Mariología” negando los privilegio que le corresponden a la Virgen María como Madre de Dios y negando Su Virginidad, y promoviendo otras aberraciones (son las “corrientes de agua que vomita la serpiente” contra la Mujer, etc. como dice el Apocalipsis 13, 15), erradicar de los Seminarios cualquier materia y prédica que se refiera a Angelología y Demonología, de Exorcismos y limitarlos a Obispos que nunca lo ejercerán, modificar el Código de Derecho Canónico y los cánones que declaren excomunión a quienes ingresen a la secta masónica –tristemente con su vocero mexicano el obispo Sergio Méndez Arceo, en Cuernavaca, Estado de Morelos, donde éstas semillas del mal aún se encuentran desde su Seminario Conciliar hasta su clero-, modificación de la Instrucción Litúrgica de toda la Iglesia católica para disminuir la eficacia de la Gracia en las oraciones y en el manual de los Exorcismos, alteración radical de la Misa Tradicional del Papa Pío V en latín, bajo muchos falsos pretextos, hasta conseguir la erradicación total del “Eterno Sacrificio” (anulación de la Santa Misa y del Culto Eucarístico, Centro y Culmen de la Vida de la Iglesia y de todo fiel Cristiano), establecimiento de Centros espirituales o templos con “altares ecuménicos o de culto ecuménico” para celebrar cultos paganos y profanar así las Verdaderas Casas de Dios, modificar el Catecismo de la Iglesia, hasta negar la existencia o demostración de la existencia del demonio, etc., etc..

Este plan infernal impulsado por el comunista masón Lenin, que ha tenido siempre como fin primordial destruir la Iglesia de Cristo y de la Celebración Eucarística, pues él sabía muy bien, como todos los comunistas, corroborada por la actitud del genocida ruso Mikhail Gorbachev, que el comunismo no puede triunfar cuando se le opone a su doctrina marxista y atea la Iglesia de Cristo con la verdadera enseñanza y doctrina del Cristianismo.

Hay que insistir en que esta guerra: comunismo contra Cristianismo, es también guerra de sus respectivas iglesias: la sinagoga de satanás (masonería) contra la Iglesia de Cristo, es decir, es el establecimiento de la enemistad interpuesta por Dios entre la serpiente y la Mujer y entre los linajes o descendencias de ambos (Gén.3, 15 hasta Ap.12, 1), es la gran batalla que se enmarca desde el primer libro del Antiguo Testamento hasta el último libro Neotestamentario o Apocalipsis.

Estamos en lo más álgido de esta batalla y satanás sabe que le queda muy poco tiempo para arrebatarle almas a Dios, pero también sabe que el triunfo, desde el principio, le ha sido dado a la Mujer quien le aplastará la cabeza a la serpiente con el calcañar de su pie (Gén.3, 15).

Los masones comunistas saben muy bien en consecuencia que el comunismo y su poderío no pueden extenderse al mundo mientras el Cristianismo y Su Iglesia se le opongan denunciando sus errores, horrores, crímenes y atrocidades, mientras denuncie y se oponga a la persecución que sufren los verdaderos cristianos y hombres de buena voluntad, impidiendo que aquellos países como Rusia donde está enraizada la “Estrella Roja” y la “Hoz y el Martillo” comunistas, quieran arrasar a las naciones y someterlas a su esclavitud y a la existencia humana donde se niega la existencia de Dios y se prohíbe Su Culto.

Ante esta embestida infernal del comunismo y de la masonería (directiva de los planes y de las acciones comunistas) contra la Iglesia Católica, nuestra Madre y Reina de la Iglesia, no nos ha dejado sin luces y desamparo, Ella denuncia lo que han estado haciendo y tramando, y anuncia lo que los cristianos debemos hacer como “su calcañar que aplasta la cabeza de la serpiente”. De tal suerte que mientras Lenin empezaba en Rusia la revolución bolchevique que culminó con su triunfo el 7 de octubre, la Virgen se manifestaba en Cova de Iría apareciéndose a tres pastorcitos recibiendo del Cielo para toda la humanidad “un programa de remedio espiritual contrarrevolucionario”, consistiendo en: “el rezo del Santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María”.

  • El Papa Pío XI condena el comunismo ateo.

Benedicto XV le confió en 1919 al Card. Ratti la Nunciatura de Polonia y dos años más tarde fue designado arzobispo de Milán y cardenal. Seis meses más tarde, el 6 de febrero de 1922 llega a ser Papa: Pío XI.

El comunismo es entonces denunciado por el Papa Pío XI quien siempre rehusó todas las maneras de cooperación con el régimen comunista, y percatándose de estas circunstancias, antes del Concilio Vaticano II, con una gran visión de las pretensiones del Soviet Supremo ruso, emitió una muy clara condena al comunismo ateo, que puede apreciarse y que todos debemos estudiar en la Bula “Divini Redemptoris”, del Papa Pío XI. Esta Bula del gran Papa defensor del cristianismo contra el comunismo nos ha dejado muy bien definida Su Enseñanza.

Dentro del contenido de “Divini Redemptoris”, nos percatamos de la importancia que tiene y de la gravedad de la materia:

“Aseguraos venerables hermanos, ¡que los fieles no permitan ser engañados por sí mismos! El comunismo es intrínsecamente malo, y nadie que salvaría a la civilización Cristiana puede colaborar con él en ningún empeño. Aquellos que se permiten a sí mismos ser engañados a prestar su ayuda hacia el triunfo del comunismo en sus propios países, serán los primeros en caer víctimas de sus errores.” (Papa Pío XI, Divini Redemptoris).

  • El plan comunista en el Tratado Vaticano-Moscú inició con Juan XXIII.

El magisterio del Papa Pío XI es muy claro, su condena y advertencias sobre las consecuencias de colaborar con el comunismo son el foco rojo no solo para todo cristiano y hombre de buena fe, sino para todos los integrantes y Jerarquía misma de la Iglesia Católica, pues Divini Redemptoris advierte de los peligros que conlleva.

Pero la Bula del Papa Pío XI es ahora traicionada apenas dos décadas después con Juan XXIII. El camino seguido durante el Concilio Vaticano II abría una puerta al movimiento ecumenista, y las políticas de Juan XXIII y de quienes lo rodeaban abrieron la puerta al infernal convenio que permitiría al comunismo introducir su Caballo de Troya para destruir a la Iglesia por dentro, acceder a los Seminarios y sembrar las semillas de la corrupción satánica con doctrinas comunistas disfrazadas de teología de los pobres o teología de la liberación, comunidades eclesiales de base, de “modernismo”, y lo más importante, imponer una Jerarquía masónico-comunista en los principales cargos de poder de decisión en el mismo Vaticano en administración, formación sacerdotal, doctrina, derecho canónico, liturgia (para desmoronarla), formación de los fieles, instituciones eclesiales, todos los dicasterios, y por supuesto, llevar el crédito sacerdotal al basurero mediante la corrupción de la conducta de sacerdotes que permitieran desacreditar a la Iglesia. Estamos frente al tercer nivel del mal espiritual.

Los primeros pasos estaban dados, la Jerarquía Vaticana estaba penetrada de masones-comunistas conforme al Plan de Lenin. El Cristianismo sería detenido mediante la celebración de un convenio bilateral de Rusia con el Vaticano.

Fue el Card. francés Tisserant, el representante de Juan XXIII quien se reunió con el Arzobispo Nikodim, vocero del Kremlin (director del departamento de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxo Rusa) quienes promovieran este tratado Vaticano-Moscú.

Los comunistas habían filtrado muchos agentes de la KGB desde los seminarios y en posiciones de influencia, poder y administración en las instituciones eclesiales y en la estructura jerárquica de la Iglesia Católica.

En la misma reunión entre el Card. Tisserant y el Arzob. Nikodim, mediante el Tratado se comprometía a no atacar a las personas, ni al régimen comunista de Rusia durante el Concilio Vaticano II. La existencia de este Tratado Vaticano-Moscú explica, dentro de muchas otras cosas, el porqué fue bloqueada la petición de más de 200 Obispos de 46 países para discutir el comunismo y el bloqueo a la petición de la Virgen para que el papa en turno, Paulo VI, Consagrara a Rusia en el Concilio en unión con todos los obispos del mundo. Y ni él ni los que le sucedieron en el trono petrino lo hicieron como lo pidió la Virgen.

La Virgen había pedido que se consagrara a Rusia a Su Inmaculado Corazón a fin de evitar que el comunismo propagase sus errores, la aniquilación de varias naciones por los rusos, la persecución religiosa y la pérdida de la libertad de los seres humanos.

Las Profecías Bíblicas se estaban cumpliendo. La exégesis hecha por la Virgen a diversos textos bíblicos le fue dada al P. Stéffano Gobbi del Movimiento Sacerdotal Mariano. Así, el siguiente texto apocalíptico cobraba sentido actual:

“Después, vi subir del continente otra bestia que llevaba dos cuernos como los del Cordero, pero hablaba como el Monstruo. Esta aprovecha todo el poder de la primera Bestia y está totalmente a su servicio” (Ap.13, 11-13) 

Explicación del texto bíblico.
Durante el Aniversario de la Segunda Aparición de Fátima, en la reunión del MSM en Dongo (Como), el 13 de Junio de 1989, la Virgen revela el significado a los Sacerdotes y Obispos ahí reunidos:

“La bestia semejante a un cordero” – “Hijos predilectos, hoy recordáis mi segunda aparición, ocurrida en la pobre Cova de Iría, en Fátima, el 13 de junio de 1917.

Ya entonces os había predicho lo que estáis viviendo en estos tiempos.

“Os he anunciado la gran lucha entre Mí, la Mujer vestida de Sol, y el enorme Dragón Rojo –el comunismo marxista ateo- que ha llevado a la humanidad a vivir sin Dios.

Os he predicho también el astuto y tenebroso trabajo realizado por la Masonería, para alejaros de la observancia de la Ley de Dios y haceros de eso modo víctimas de los pecados y de los vicios.

Sobre todo, como Madre, os he querido advertir de los grandes peligros que hoy amenazan a la Iglesia, a causa de los muchos y diabólicos ataques que se dirigen contra Ella para destruirla.

Para alcanzar este fin, a la bestia negra (la masonería) que sube del mar, acude en su ayuda, desde la tierra, una bestia que tiene dos cuernos, semejantes a los de un cordero. (Ap. 13, 11)

El Cordero, en la Sagrada Escritura, siempre ha sido el símbolo del sacrificio….. Sobre el calvario Jesucristo se inmola por la redención de la humanidad, se hace Él mismo nuestra Pascua y se convierte en el verdadero Cordero de Dios que quita todos los pecados del mundo.

 “La bestia tiene en la cabeza dos cuernos semejantes a los del cordero”. (Apoc.13, 1)

Al símbolo del sacrificio está íntimamente unido al del Sacerdocio: los dos cuernos. Un cubrecabeza con dos cuernos llevaba el Sumo Sacerdote del Antiguo testamento.

La Mitra, con dos cuernos, llevan los Obispos de la Iglesia, para indicar la plenitud de su Sacerdocio.

La bestia negra semejante a una pantera indica la Masonería; la bestia con dos cuernos, semejantes a un cordero, indica la Masonería infiltrada dentro de la Iglesia, es decir, la masonería eclesiástica, que se ha difundido sobre todo entre los miembros de la Jerarquía.

  • La masonería eclesiástica y el Tercer Secreto de Fátima.

Continúa la Virgen denunciando en el mismo mensaje:
“Esta infiltración masónica dentro de la Iglesia, ya os ha sido predicha por Mí en Fátima, cuando os anuncié que Satanás se introduciría hasta el vértice de la Iglesia”.

“Si el objetivo de la masonería es el de conducir a las almas a la perdición, llevándolas al culto de falsas divinidades, el fin de la masonería eclesiástica, en cambio, es el de destruir a Cristo y a su Iglesia, construyendo un nuevo ídolo, es decir, un falso Cristo y una falsa Iglesia”.

La Virgen avisa a Sus Profetas para que denuncien este plan masónico comunista y les anuncia lo que se ha estado viviendo en el presente y en el futuro inmediato de la Iglesia y de la Humanidad, como lo ha anunciado a los Videntes y Profetas como Sor Lucía (Lucía Dos Santos, Vidente de Fátima), Verónica Lueken en Bayside, EE.UU., y a “Teófilo” (o JV) en México, por nombrar algunos de los más significativos; a los Profetas “Ángel Justiciero” y a “Sierva del Monte Carmelo”, entre muchos otros.

A Verónica Lueken le confirmaba también lo que dijo la Virgen a Sor Lucía en Fátima:

“Cómo os advertí y advertí que satanás entraría en los más altos reinos de la Jerarquía en Roma. El Tercer Secreto, hija Mía, es que satanás entraría dentro de la Iglesia de Mi Hijo”. (Nuestra Señora, 13 de Mayo, 1978)

  • Los comunistas posicionados en la Jerarquía Vaticana.

El plan de Lenin sigue adelante y tres de los más peligrosos masones comunistas que llegaron a ser cardenales, han ocupado la Oficina del segundo puesto más importante de la Jerarquía Vaticana: el cardenal francés Jean Marie Villot, Secretario de Estado con Paulo VI (el llamado “líder del mal”); el cardenal italiano Giovanni Benelli; el cardenal italiano Antonio Casaroli, Secretario de Estado; el cardenal italiano Ángelo Sodano Spigeel, Secretario de Estado con Juan Pablo II, y ratificado en su cargo por Benedicto XVI –¿no es raro, verdad?- quien tiene una pronunciada acción pro comunista; y también en la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que ha hecho a muchos dudar de la fidelidad a la Iglesia de Cristo por parte del cardenal Joseph Karl Ratzinger, Pro Prefecto de la Congregación, pues se teme que su cambio de ser maestro de la corriente modernista a la tradicionalista pudiera llegar a traicionar; así como por la actuación de su segundo de abordo, dado que habían sido encargados de la difusión de la Tercera Parte del Secreto de Fátima –o Tercer Secreto de Fátima-, pero se sabe que Mons. Tarcisio Bertone, entre otros, se encargaron de bloquear y distorsionar el contenido verdadero del Tercer Secreto de Fátima (cf. “Cronología de un Encubrimiento”, en el Website:  http://old.fatima.org/span/  Nuestra Señora de las Rosas mencionó a tres de estos hombres por sus nombres el 27 de Septiembre de 1975.

  • El Tratado Vaticano-Moscú, parte del plan para imponer la política del “Ostpolitik”.

Como el Papa Paulo VI conocía la Bula del Papa Pío XI “Divini Redemptoris”, opuesta radicalmente al comunismo, el ahora Secretario de Estado Antonio Casaroli en 1979 (posición que sostuvo por diez años (1979-1989) y al igual que su antecesor el cardenal masón Jean Marie Villot, presionaba y persuadía al Papa Paulo VI para que aceptara el Tratado Vaticano-Moscú del “Ostpolitik”, que consiste en el “curso de apaciguamiento” durante los años de la Guerra Fría, abandonando y traicionando las políticas anticomunistas del Papa Pío XI, quien como sabemos rehusó todas las maneras de cooperación con el régimen comunista. (La acción de la masonería en Francia tenía a sus mancebos acechantes ante los Papas: el Card. Tisserant con Juan XXIII, y el Card. Villot con Paulo VI).

Según declaraciones del propio cardenal Casaroli, el Papa Paulo VI estaba atormentado con “serias dudas sobre la moralidad del Ostpolitik”, que fue administrado durante su pontificado por el difunto cardenal Casaroli, Secretario de Estado, quien murió el 9 de Junio de 1998.

El cardenal Casaroli reveló que Paulo VI temía no ser fiel al Evangelio al permanecer callado mientras los Católicos sufrían persecución por parte de los comunistas (Entrevista noticiosa en la CWN, 24 de Noviembre, 1977). En esto consiste la política del apaciguamiento o del Ostpolitik.

  • Paulo VI bloqueado por los cardenales masones-comunistas.

Efectivamente, el Tercer Secreto de Fátima se cumplía con la entrada de satanás en los más altos reinos de la Jerarquía de la Iglesia, como lo confirmó la Virgen el 7 de Septiembre de 1978.

El plan de Lenin estaba dando frutos del mal a partir del Tratado Vaticano-Moscú promovido en el Pontificado de Juan XXIII, con los masones pro comunistas Card. Tisserant y el Arzob. Nikodim; ahí iniciaba la acción externa para pasar a la acción más fuerte e interna en el mismo seno de la Iglesia para destruirla.

La acción interna ahora consistía en persuadir y bloquear a Paulo VI, y este plan estaba en manos de los cardenales traidores (los nuevos Judas Iscariotes del Cuerpo Místico de Cristo) Villot, Casaroli y Benelli.

La sinagoga de satanás tenía ya en la cúpula Vaticana a estos tres de sus principales sicarios como cardenales y en los puestos más altos de la Iglesia después del Pontífice.

Satanás, Lucifer en forma humana, entró en Roma en el año de 1972. Él estorbó el gobierno, las funciones del Santo Padre, Papa Paulo VI” (Nuestra Señora, 7 de Septiembre, 1978).

Efectivamente el Papa Paulo VI suplicó ayuda y nadie atendió su urgentísimo llamado de auxilio.

En la Audiencia del 29 de junio de 1972, el Papa Paulo VI asombraba al mundo con el siguiente mensaje y nadie le prestó ni oídos ni ayuda, dijo: Por alguna fisura el humo de Satanás entró en el templo de Dios”.

El Papa estaba siendo atacado y traicionado por “los suyos” (la Curia Vaticana), por sus más cercanos colaboradores, se confirmaba lo Avisado a la Vidente Jacinta (Vidente de Fátima con Sor Lucía Dos Santos), pues éste era el Papa de la fotografía que Jacinta reveló y que decía: “Jacinta 1972”.

De los tres niños videntes de Fátima, solamente la pequeña Jacinta tuvo el privilegio de recibir la visión del Papa mencionado en el Tercer Secreto. Esta visión fue escrita por la hermana Lucía en sus Memoirs. A esto se refiere también el Mensaje de Nuestra Señora, el 1° de Junio, 1978:

“Él es verdaderamente el pequeño del mensaje de Jacinta”.

Nuevamente lo confirma el Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo dado en Bayside el 28 de Septiembre de 1978:

“Escuchad a vuestro Vicario quien declara que el humo de satanás se había entrado en Mí Iglesia. ¿Tuvo él orgullo cuando os trajo este conocimiento? ¡No! Él pidió ayuda. ¿Y qué hicisteis vosotros? ¡Os disteis la vuelta y ensanchasteis la puerta para que Satanás entrara!” (Jesús, 28 de Septiembre, 1978)

De esta suerte, los católicos al no prestarle ayuda al Papa Paulo VI tuvo que soportar un martirio que se prolongó varios años, por lo menos desde 1972 y hasta que murió asesinado por los Cardenales Jean Marie Villot (líder del mal), su Secretario de Estado, Casaroli y Benelli, atendiendo al complot de los cardenales enemigos de la Iglesia y del Papa y encumbrados en el Vaticano.

Con el martirio de Paulo VI continuaron las acciones de los cardenales masones-comunistas.
En 1971 Nuestra Señora nos advirtió que había un complot contra la vida y el Pontificado del Papa Paulo VI:

“Vuestro Vicario, vuestro padre sobre la tierra, necesitará de vuestra consolación. Él está muy triste, hijos Míos, por la desobediencia a su alrededor. Hay muchos quienes ya están complotando contra su vida”. (Nuestra Señora, 14 de Septiembre, 1971)

Es la propia Madre de la Iglesia quien nos revela que tenían un plan para remover a Paulo VI de la Silla de Pedro, y ante ello nos pidió:

“Continuad con vuestras oraciones y sacrificios por vuestro Vicario. El enemigo tiene un plan bien fundado para removerlo de la Sede de Pedro”. (Nuestra Señora, 1 de Abril, 1972)

  • El “falso Papa” –parte del plan-.

Desde el grito de auxilio de Paulo VI cuando revela al mundo que “el humo de la sinagoga de satanás había entrado en la Iglesia”, los cardenales Villot, Casarolli y Benelli continuaron con la trama de su diabólico plan, y era “poner a un doble que se pareciera tanto a Paulo VI que casi nadie lo notara, se trataba de “un doble producto de la cirugía plástica, buen actor y con conocimientos de teología, era sacerdote con ciertos dotes de actor”, para sustituir en los actos públicos al verdadero Papa Paulo VI, mientras el auténtico era secuestrado en sus habitaciones y lo mantenían drogado para que su mente y sus piernas no funcionaran para cumplir su Misión Pontificia, de esta labor se encargaba el Dr. Renato Buzoneti, el mismo que ahora es médico personal del Papa Benedicto XVI, hematólogo y gastroenterólogo, quien practicó la traqueotomía innecesaria al Papa Juan Pablo II en la Clínica Gemeli, esto es ¿sólo casualidad?.

Las fotografías muestran las diferencias, el color de ojos es una de las claves, Paulo VI tenía ojos azules, el falso papa los tenía verdes; nariz más corta en comparación a la oreja, etc. (existen muchas fotos, pruebas de voz, otras evidencias y testimonios de personas y religiosas que se dieron cuenta de ello).

Ya los Mensajes de la Virgen confirmaban todo esto.
Para que no se notara que había un “falso Papa”, le acompañaban siempre alguno o varios de los cardenales del plan masónico (Villot, Casarolli y Benelli) y a fin de que sólo dijese lo que a sus intereses convenía.

El cardenal Villot, como Secretario de Estado falsificaba la firma de Paulo VI, falsificaba sus instrucciones y las acomodaba según sus planes, estas instrucciones y órdenes incluían la administración de recursos del Vaticano, la designación de funciones y misiones diplomáticas, reescritura de la correspondencia del Papa Paulo VI por la mano de Villot, etc., todo esto mientras mantenían secuestrado y drogado en un verdadero suplicio al Santo Padre.
Estas acciones les permitían ir estableciendo la estructura Jerárquica Vaticana con los miembros de su secta y desplazar a los Cardenales y Obispos fieles a Paulo VI cambiando las instrucciones que él hubiera dado incluso antes de su secuestro como lo muestran varias “instrucciones” que se dieron notoriamente opuestas a su original intención e indicaciones.

El año 1977 fue muy fructífero para los planes de la Masonería Eclesiástica, y más se facilitó con la presencia del “papa falso”, pues todo parecía muy normal sin levantar sospechas. Así, los cardenales masones comunistas (Villot, Casarolli y Benelli), entre otros, actuaron impunemente. Villot actuaba libremente, como Secretario de Estado -¿quién podía pedirle cuentas? Pues enquistado en la segunda posición más alta, y además, posición de poder político al representar al Papa como Jefe de Estado y ejercer las funciones de gobierno en toda la jurisdicción del Vaticano en Italia, podía decir en todo momento que lo que él decía eran indicaciones y deseos del Papa a quién ellos mismos tenían secuestrado y drogado.

La Virgen confirmaba la falsificación de firmas, correspondencia, instrucciones y Bulas de Paulo VI. Era más fácil hacer prevalecer el Tratado Vaticano-Moscú, y más aún, tener a sus propios autores dentro de la Jerarquía Vaticana. Estaban posicionando obispos y cardenales en puntos estratégicos en la Sede Vaticana, en las Conferencias Episcopales, en las Nunciaturas y Legaciones Pontificias, muy astutos, pero a Dios nadie engaña.

El “falso papa” o “papa impostor” fue visto por muchos en 1977, y hasta en el caso del sonado exorcismo a nivel mundial, la Virgen hizo saber al mundo  -valiéndose hasta el extremo de estas manifestaciones y avisos- por voz de los propios demonios que se manifestaron en el curso del exorcismo con la presencia de más de once sacerdotes exorcistas y teólogos (cf. “Advertencias del Más Allá a la Iglesia Contemporánea”, por el P. Arnold Renz, en el Link de http://www.tldm.org : “Warnings from Beyond”; y en el Doc. “Resumen de Advertencias del Más Allá”), denunciando la práctica de ese diabólico plan a través de los siervos del Infierno aquí en la tierra, los masones en la Jerarquía, que tenían secuestrando al Papa Paulo VI, con la existencia de un “falso papa”; las acciones litúrgicas inducidas para desacralizar las acciones y los gestos litúrgicos tradicionales de la Iglesia, hasta llegar algún día a “suprimir el Eterno Sacrificio” (la Santa Misa) (cf. “El Triunfo de la Virgen María sobre la Masonería”, en http://lassectasenelmundo.blogspot.mx

Los mensajes del 14 de Abril de 1973 y del 27 de Septiembre, 1975, revelaron que el Papa Paulo VI estaba siendo drogado.

Gracias al plan, ellos decidían quiénes debían ser promovidos y consagrados al Episcopado (Obispos) y quienes también consagrados como “cardenales”, pues son éstos los únicos Obispos que pueden participar en los Cónclaves (elegir o ser elegidos Pontífices de la Iglesia).

Secuestrado y drogado Paulo VI, con “un doble o falso Papa en funciones”, alterando la correspondencia, las Bulas y las órdenes Pontificias, que ya no provenían de la mano del verdadero Pontífice, la conquista de la Silla de Pedro estaba más cercana, y los Cardenales Villot, Casarolli y Benelli podían gobernar la Iglesia Católica a su antojo, por eso la Virgen avisaba a Verónica Lueken que en el Vaticano ahora habían tres Papas, Villot, Casarolli y Benelli, pues de ellos partían las falsas instrucciones, la alteración de Bulas, de correspondencia, las falsas órdenes y las “falsas Instrucciones Pontificias para ordenación y consagración de Obispos y Cardenales” y los nombramientos de representaciones eclesiales.

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